La Psicología Positiva: Entre el Fraude Científico y el Adoctrinamiento Social
Desde finales del siglo XX, la llamada psicología positiva ha ganado un espacio mediático, académico y corporativo de una magnitud inusitada. Presentada como la rama “científica” de la felicidad, se ha convertido en un movimiento global que abarca universidades, empresas, gobiernos, escuelas e incluso ejércitos. Su promotor más influyente, Martin Seligman, la definió como “el estudio de las emociones positivas, los rasgos positivos y las instituciones que facilitan el florecimiento humano”. Sobre el papel, suena noble: ¿quién podría oponerse a promover la gratitud, la esperanza o la resiliencia? Pero detrás de este envoltorio atractivo se esconde un engranaje mucho más oscuro. Lejos de ser una ciencia neutral, la psicología positiva funciona como un dispositivo de control social, una herramienta de adoctrinamiento y un negocio multimillonario. Su éxito radica en un mensaje sencillo: si piensas positivo, serás feliz. El problema no está en el sistema, en las injusticias, ni ...